¿Alguna persona próxima a ti tiene depresión?
Hace unos días uno de vosotros me pidió ayuda por privado porque su pareja está inmersa en un episodio de depresión importante. Me solicitaba algunas pautas para actuar correctamente porque se sentía muy perdido, desde entonces no he dejado de pensar en este post, una guía para familiares del deprimido que sirva para establecer algunas pautas sobre como deben actuar.
Realmente la vivencia de una persona con depresión es indefinible, parece consistir en una mezcla de tristeza, amargura, remordimiento, angustia, desolación, pena, congoja, desesperanza, apatía, conciencia de incapacidad, sentimientos de culpa… con algunas de estas sensaciones en el grado máximo de intensidad.
Lo que debes hacer como persona próxima debe regirse un poco más por la objetividad de la situación que por la subjetividad de los sentimientos de tristeza, enfado, incomprensión o rabia que en un momento dado pueden surgirte
Te propongo ocho pautas para enfrentarte correctamente y servir de ayuda en la enfermedad:
1. No intentes que te de una explicación de su mal, seguramente ni él la sabe
Viven estas emociones negativas, a veces, sin que haya ocurrido nada que las justifique, en el vacío. Al inicio lo suele comentar:“No comprendo por qué estoy tan triste, pues no me ha pasado nada”, después te encontrarás con que ya ni siquiera se lo plantea, simplemente vivepor lo tanto no hay que decirle “¿Por qué te pones así?” “¿quieres explicarme que te está pasando?” porque en muchas ocasiones no lo sabe
2. No repitas «machaconamente» tus argumentos para convencerlo de la irrealidad de sus temores.
Tus argumentos sobre la irrealidad o desproporción de sus temores pueden ser muy lógicos y estar dotados de toda la razón pero más que ayudarle le hacen sentir peor.
Ten en cuenta que el sentimiento de culpabilidad en esta enfermedad es muy fuerte y así solo lograras aumentarlo más.
Al insistirle una y otro vez, en lugar de tranquilizarse se excita y agobia, imagina que no le entienden, o que los demás no se percatan del riesgo o que egoístamente pretenden ocultarle su drama para que les deje en paz.
La insistencia consoladora es contraproducente, acaba desesperando al enfermo. También al que le está intentando ayudar, que acaba enfadado con la terquedad del paciente.
En cuanto se encuentre mejor lo percibirá por él mismo sin que nadie se lo tenga que explicar. Mientras dura la enfermedad seguirá impermeable a cualquier razonamiento sobre ese tema.
3. Recuerda siempre que su estado no se debe a una libre elección, ni es voluntario
Por ello es importante ser conscientes de que, para una persona con depresión, comentarios de reproche como “Tienes que poner de tu parte” “es que no haces nada por animarte”, “si tu quisieras de verdad estarías mejor…” carecen de efecto positivo además de humillarle y desesperarle por su incapacidad para hacer lo que le piden.
Se que la desesperanza ante tus intentos de ayuda es frustrante pero nunca recurras a este tipo de argumentos para «hacerlo reaccionar»
4. El dilema de animar o disuadir a cerca del trabajo
Animarle o disuadirle de acudir al trabajo es un dilema muy delicado.
Si abandona, parece que está tirando la toalla, en consecuencia muchas familias se empeñan a que por nada del mundo deje la tarea (trabajo, instituto…) Tal actitud puede resultar válida mientras los síntomas de la depresión no son muy intensos.
Si la situación es más grave el planteamiento de que se tome un descanso es muy válido, desempeñar mal su labor o los comentarios de los compañeros a cerca de su estado pueden ser un handicap.
5. Hay que evitar comentarios que sin ser mal intencionados puedes causar daño en la persona.
Comentarios del tipo “ya se te pasará solo” “lo que te pasa es que como no tienes problemas importante….si tuvieras algo de que preocuparte de verdad no se que sería de ti” “si tuvieses que ganarte el pan de picapedrero te faltarían tiempo y ganas para estas tonterías”….
6. inducir al tratamiento, seguir las instrucciones del profesional adecuado.
7.El empujoncito hacia la actividad o el OPTIMISMO para “consolar”
8. Aplazar las decisiones importantes.